Como no, les tengo que agradecer a dos AMIGOS que siempre, en lo bueno y en lo menos bueno en lo malo y lo malisimo siempre han estado a mi lado, ellos son Joaquín y Carla, cofrades asta la médula y enamorados de su hermandad de la Cena y por encima de todo a su Cristo del Amor. Muchas gracias a los dos.
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